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La pandemia impulsó el teletrabajo y, con él, han venido largas jornadas laborales frente a la computadora que han desencadenado agotamiento físico y mental en gran parte de los colaboradores del mundo. Luego de muchas horas sentados, empezamos a sentir dolores físicos en la espalda, el cuello, las manos, la cabeza y los ojos. No sabemos cómo aliviarlos. Nos levantamos unos segundos y –aunque no queremos- volvemos a sentarnos. Algunos usamos sillas de comedor, que carecen de la forma ergonómica indicada para permanecer mucho tiempo en una misma posición. A eso le sumamos el desgaste mental que nos hace sentir solos, tristes, inquietos, desmotivados y cansados. A veces sentimos que, lo único que hacemos, es trabajar.
Un reporte anual elaborado por Human Factors de Microsoft, Informe de Tendencias Laborales, concluyó que la alta productividad está asociada con una fuerza laboral agotada. Los resultados de la investigación indican que: 54% de los trabajadores indicaron sentirse con exceso de trabajo, 39% manifestó estar agotado y 19% considera que su empresa no le interesa el equilibrio entre el trabajo y la vida personal.
Partiendo de esto, Microsoft lideró un estudio sobre ondas cerebrales en el que se confirma que, gran parte de esa sobrecarga digital, se debe a las reuniones consecutivas sin descansos. Ese tipo de encuentros constantes generan estrés, afectan la concentración y el deseo de participar de los trabajadores. Sin embargo, la investigación también presenta una solución para mejorar esas sensaciones: descansos cortos para recargar energías o simplemente hacer transiciones de reunión a otra.
A continuación, resumimos los principales aprendizajes de este estudio:
1. Los descansos entre las reuniones permiten al cerebro “restablecerse”, lo que disminuye la acumulación de estrés en las reuniones.
Como se ha observado en estudios anteriores, en dos horas de reuniones consecutivas la actividad promedio de las ondas beta (relacionadas con el estrés) aumenta al paso del tiempo. Sin embargo, cuando a los participantes de la investigación se les permitió la oportunidad de meditar durante los descansos, la actividad beta disminuyó, lo que generó un “restablecimiento” que permitió que los participantes comenzarán su siguiente reunión en un estado más relajado. También permitió que el nivel promedio de ondas beta se mantuviera estable a lo largo de las cuatro reuniones, sin acumulación de estrés incluso mientras las cuatro reuniones continuaban. El antídoto contra la fatiga por reuniones es sencillo: tomar descansos cortos.
2. Las reuniones consecutivas pueden reducir la capacidad de concentración y participación.
Cuando los participantes tomaron descansos con meditación, los patrones de ondas cerebrales mostraron niveles positivos de asimetría alfa frontal, lo que se relaciona con una mayor participación durante la reunión.
3. Las transiciones entre reuniones consecutivas elevan el estrés.
En relación a los participantes que no tuvieron descansos, los investigadores observaron que el periodo de transición entre las llamadas ocasionaba que la actividad beta, o los niveles de estrés, se elevaran. Eso puede deberse a que se acerca el final de la reunión, pero sabes que tienes otra inmediatamente después, y tendrás que hablar sobre algo diferente y utilizar el cerebro para concentrarte en otra cosa. En esos participantes, la actividad de las ondas beta se volvieron a disparar cuando inició la nueva reunión. En contraste, cuando las personas tomaron descansos con meditación, el aumento de la actividad beta disminuyó entre cada reunión, y el aumento al inicio de la siguiente reunión fue mucho más lento y gradual.
Tomando en cuenta esos resultados, Microsoft anunció que incorporará nuevas funciones en Outlook: a partir de hoy, aquellos que cuenten con Outlook empresarial podrán establecer valores predeterminados, aplicables a toda su organización, con los que podrán acortar 5, 10 o 15 minutos de las reuniones en Microsoft Teams para tomar descansos entre las conversaciones. Adicionalmente, si la función está activada a nivel de empresa, las personas podrán cambiar o personalizar la configuración en cualquier momento, para una reunión individual o para todas sus reuniones.
“En el mundo actual del trabajo híbrido y a distancia, no basta con solo incentivar el autocuidado. Necesitamos innovar y aprovechar la tecnología para ayudar a los empleados a incorporar los descansos que son tan necesarios en sus rutinas cotidianas”, indicó Kathleen Hogan, directora de Recursos Humanos en Microsoft.
El trabajo híbrido puede brindar un futuro que la gente quiere, pero es necesario pensar en los nuevos desafíos que esto puede traer y ajustar lo necesario para ofrecer un entorno saludable y productivo, reflexiona Hogan. A su juicio, conforme avanzamos en esa transición como sociedad, el establecer actividades como descansos entre reuniones ayudarán a reducir la sobrecarga digital y, a su vez, creará mejores resultados y un entorno de trabajo más saludable para los empleados y las organizaciones.
Metodología del estudio
El estudio se condujo del 8 al 18 marzo de 2021 en el laboratorio Human Factors de Microsoft entre 14 personas que participaron en videollamadas llevando puesto equipo de electroencefalograma (EEG) para monitorear la actividad eléctrica en su cerebro. Los participantes fueron empleados de Microsoft y de otras empresas que son trabajadores de la información en Estados Unidos y que por lo general realizan sus labores a distancia. Los voluntarios participaron en dos bloques de sesiones de reuniones.
En la primera sesión, la mitad de los participantes asistieron a una serie de cuatro reuniones consecutivas de media hora (dos horas continuas), cada una dedicada a una tarea distinta. Para la otra mitad, las cuatro reuniones de media hora se intercalaron con descansos de 10 minutos, durante los cuales los participaron meditaron con la aplicación de Headspace. La semana siguiente los grupos se intercambiaron: los que habían asistido a reuniones consecutivas tuvieron descansos, y viceversa. Entre tres y cuatro voluntarios adicionales sin equipo de EEG participaron en cada reunión de 30 minutos para crear una variable de asistentes que colaboraron en las tareas asignadas.
Fuente:
Frontline Communications
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