Cuando llegamos a una oficina somos capaces de percibir cómo es su clima laboral. Hay lugares en donde se respira tensión, se ven los rostros de los colaboradores serios o tristes y la sensación es de rigidez. Y hay otros en donde, por el contrario, se siente respeto, cercanía, calidez, flexibilidad, alegría y tranquilidad. ¿De qué depende que suceda una cosa o la otra?
El clima laboral depende de muchas variables como:
- Estilo de liderazgo de la organización.
- Relaciones entre los compañeros de trabajo.
- Instalaciones de trabajo.
- Cultura de la organización.
- Estructura de los equipos.
Crear un ambiente óptimo que permita que los colaboradores se sientan a gusto desempeñando sus funciones favorece a la empresa porque, cuando el equipo se siente bien, trabaja con más ánimo y, sin duda, es más creativo y productivo. ¿Te has puesto a analizar cómo es el clima laboral de tu empresa? ¿Te gustaría hacer algunos cambios?
Si tu respuesta es afirmativa, te invitamos a ponerlo en práctica y a experimentar algunos de los beneficios de contar con un buen ambiente en donde los trabajadores se sientan cómodos de expresarse, de compartir, de aprender, de crecer y de desarrollar todas sus potencialidades. En donde sean respetados, valorados y considerados como profesionales claves dentro de la organización. Piénsalo. Los cambios siempre son positivos, vale la pena intentarlo.