Si bien con frecuencia asociamos el juego a los niños la realidad es que, las actividades lúdicas, son perfectas para realizarlas en cualquier momento de la vida porque aportan muchos aspectos positivos. Y es que, si nos vamos a la definición de la Real Academia Española de la palabra jugar, notaremos que su significado no discrimina edad, ni género. “Hacer algo con alegría con el fin de entretenerse, divertirse o desarrollar determinadas capacidades”, señala el diccionario. De esa forma, todas las civilizaciones han hecho uso del juego como herramienta para interactuar, despejarse y aprender. Se dice que uno de los juegos de mesa más antiguos del mundo fue el senet, creado en el Antiguo Egipto. Y ahora, en un mundo digitalizado, esta actividad sigue estando presente pero en otros formatos.
En esta época en donde los trabajos se trasladaron al mundo virtual como consecuencia de la pandemia, hemos visto cómo se han ido multiplicando las iniciativas orientadas a buscar espacios para el juego en las videoconferencias. Al principio, parecía haber cierto temor a romper con el formalismo laboral y eran comunes los encuentros de más de cuatro horas, sin ningún tipo de pausa. Con el tiempo, por fortuna, las personas notaron que si incluían algún tipo de pausa divertida a lo largo de esos períodos la respuesta de los participantes era mejor porque se despejaban, se reían y, luego, prestaban más atención a la reunión.
¿Por qué jugar?
Las actividades lúdicas impactan positivamente en la vida de los adultos. Sirven para estimular la imaginación, fomentar la creatividad, disminuir los niveles de ansiedad y mejorar la comunicación de los equipos de trabajo, además, dejan una sensación de alegría. Y los empleados felices no sólo son más productivos sino que contagian a sus compañeros de esa buena energía.
Otras de sus bondades las puntualizamos a continuación:
- Mejora el aprendizaje.
- Disminuye los niveles de ansiedad y estrés.
- Impulsa la creatividad.
- Ayuda a socializar.
- Mejora la capacidad de resolución de problemas.
- Favorece la integración.
- Mejora la memoria.
- Ayuda a transformar las experiencias negativas.
- Impulsa el trabajo en equipo.
- Ayuda a despejar la mente.
Juegos originales y divertidos
Hace poco tuve la oportunidad de presenciar en un evento una actividad original y divertida. En un intermedio del evento, un presentador apareció en la pantalla invitando a algunos participantes a imitar instrumentos musicales -tanto su mímica como su sonido-. La idea era hacer una orquesta que, luego, él dirigiría. Todos disfrutaron de esa “orquesta” con instrumentos invisibles, se rieron de los ruidos que emitían, se concentraron en realizar bien su rol de músicos y se relajaron unos minutos para luego tener fuerzas para continuar con las conferencias.
Como esa actividad hay múltiples opciones para divertirse. Muchos han hecho versiones de juegos infantiles trasladados al espacio virtual, otros han inventado experiencias curiosas usando los implementos tecnológicos de hoy en día. Aquí les compartimos dos videos con ideas que pueden implementar en sus organizaciones.
Si aún son de los que no se atreven a participar en este tipo de actividades los invitamos a hacerlo y a reflexionar sobre esta frase: “El juego nos permite acceder a un nuevo yo que está mucho más en sintonía con el mundo. Como el juego consiste en experimentar nuevas conductas o pensamientos, nos libera de las pautas de conductas establecidas”, Stuart Brown.