A pesar de los avances en la incorporación de las mujeres en carreras científicas, ellas representan tan solo un tercio de los investigadores del mundo, según indica un estudio de la ONU. Sin embargo, hay que destacar el trabajo de varias mujeres que han estado liderando las investigaciones sobre el virus del COVID-19 tanto en materia de rastreadores como en el desarrollo de vacunas. Y así como ese grupo aportó su talento durante todo el tiempo de la pandemia, también otras mujeres se siguen desarrollando en los campos de la Ciencia, Ingeniería, Tecnología y Matemáticas áreas conocidas como STEM (por sus siglas en inglés) Science, Technology, Engineering and Mathematics, así lo explicó recientemente la Dra. Bilita Mattes, Vicerrectora Académica de Harrisburg University.
Aunque ellas representan actualmente el 70% de los trabajadores de la salud y los socorristas del mundo, aún se producen desigualdades estructurales y se siguen consiguiendo barreras que impiden su desarrollo. Sobre este tema, la Dra Mattes comentó que: “Si sumamos estas nuevas dificultades a las estadísticas tradicionales que señalan que más del 50% de las mujeres en carreras STEM se van en los primeros 12 años frente al 20% de las mujeres en carreras no STEM, tenemos una situación que se debe convertir en un foco de atención tanto para los distintos gobiernos como para el sector empresarial global”, agrega la investigadora.
Mattes, es directora ejecutiva de la Red STEM-UP, una comunidad impulsada por Harrisburg University que apoya a las mujeres profesionales STEM. El objetivo de esta empresa es brindar estrategias y fomentar relaciones que les permitan a las mujeres avanzar y prosperar tanto a nivel personal como profesional. La red también busca establecer un vínculo efectivo entre las mujeres y el sector empresarial a través de actividades de networking que tienen como foco alcanzar una verdadera diversidad e inclusión en los distintos ámbitos de la sociedad y, sobre todo, en el sector empresarial.
En ese sentido, comenta la Dra. Mattes que el ámbito empresarial se ha vuelto cada vez más innovador y competitivo lo que ha provocado que más del 70% de los trabajos requiera de algún nivel de habilidades STEM. Por lo tanto, ella considera que es fundamental que las mujeres cuenten con el apoyo necesario para alcanzar su desarrollo dentro de este espacio, “pues la paridad de género por sí sola puede agregar más de $ 12 billones a la economía global”, aclara la experta.
En el caso de Panamá, según indica un reporte de la Secretaría Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación (SENACYT), las mujeres deben lidiar con mayores obstáculos que los hombres a lo largo de su carrera científica. Además, señala que la desigual participación de hombres y mujeres en la ciencia se hace más evidente conforme avanza la carrera científica. Esta tendencia se ha denominado “efecto tijera” e indica que las mujeres representan, con respecto a los hombres, la mayoría de los estudiantes a nivel de educación superior pero a penas son cerca de la mitad de los investigadores, científicos y tecnólogos del país.
Retos de las mujeres STEM
¿Cómo ayudar a que las mujeres puedan desarrollarse dentro del mundo de la ciencia? La Dra. Mattes señala que ya están claros cuáles son los puntos que se deben trabajar para mejorar la situación de las mujeres profesionales STEM y para motivar a muchas otras a seguir este camino.
Ella considera que, en primer lugar, hay que tener conciencia de que existe un sesgo implícito con el cual se debe lidiar. Es lo que se denomina el fenómeno de la “discriminación vertical”, que evidencia que las mujeres son asignadas a puestos más bajos en la jerarquía científica mientras que, los hombres, ocupan cargos más altos.
Por otro lado, está la brecha salarial que es bien significativa. Según estadísticas de la Iniciativa de Paridad de Género en Panamá las mujeres, en promedio, perciben un salario mensual un 11% inferior al de los hombres. Esta brecha salarial de género se intensifica aún más en determinados sectores y categorías ocupacionales como es el caso de las profesiones STEM.
Además, hay que recordar que las mujeres también deben asumir los problemas producto de la relación trabajo - vida personal porque lamentablemente la corresponsabilidad para las áreas domésticas y de cuidado del hogar y la familia, aún no alcanza un adecuado desarrollo. Las mujeres siguen siendo las principales responsables de estas tareas.
Otro aspecto relevante es que aún cuando existen mujeres destacadas en el área científica, estas representan un mínimo porcentaje que no logra ser tan destacado a la hora de hablar del efecto de modelaje. Por lo tanto, otro de los grandes retos es lograr un verdadero impacto social a través de modelos de liderazgo femenino en las profesiones STEM que se vuelvan visibles para muchos más sectores de la sociedad.
También se requiere de una mayor intencionalidad educativa que contribuya con una mejor calidad de educación científica. En este sentido, es relevante lograr el compromiso gubernamental con el desarrollo de políticas de Estado que permitan el avance de las ciencias.
Adicional a todos los aspectos señalados, las mujeres se enfrentan también otros obstáculos como la falta de mentores y redes de apoyo, la poca flexibilidad en los modelos de trabajo, la sensación desmoralizante de aislamiento o no pertenencia, el cuestionamiento a los logros, la poca valoración de los mismos y el acoso y microagresiones que siempre han existido en este y otros campos profesionales.
Ante esta situación, la Dra. Mattes recuerda el compromiso que Harrisburg University, a través de su Red STEM UP, tiene con las mujeres científicas latinoamericanas al acercar esta comunidad a los países de la región para brindarles la mentoría que las profesionales en ciencias necesitan. Ellos buscan generar una verdadera colaboración entre pares y ofrecer programas y herramientas que contribuyan al liderazgo entre las mujeres de ciencia.
Fuente: Stratego