El movimiento ágil ha estado en auge desde hace muchos años. Cada vez hay un mayor número de empresas que quieren ser ágiles y gozar de los beneficios que conlleva la adopción de esta manera de pensar y trabajar.
Sin embargo, lo más lógico es empezar preguntándonos:¿qué es esto de agilidad y por qué es tan famoso hoy en día? Se trata de una forma de trabajar que busca entregarle al cliente rápidamente lo que necesita.
Usualmente las empresas deberían enfocarse en satisfacer las necesidades del cliente, en el menor tiempo posible. En teoría esto es lo que se busca, pero en la práctica, no es lo que termina sucediendo.
La agilidad como la conocemos hoy en día, viene del desarrollo de software. En el pasado, los proyectos de software eran extremadamente difíciles de planificar, proyectar y concluir, esto traía una gran cantidad de problemas para todos los involucrados.
Los costos se elevaban por encima de lo presupuestado, los tiempos se extendían mucho más de lo proyectado, el software terminado no siempre solventaba el verdadero problema del cliente y en algunas ocasiones, para el momento en que estaba listo, ya el producto no era competitivo en el mercado.
Por esta razón, un grupo de expertos en el desarrollo de software reconocieron el problema descrito anteriormente y sugirieron una manera distinta de concebir el desarrollo del software, a la que denominaron el Manifiesto Ágil. Dicho acuerdo está basado en cuatro valores, cada uno constituido por dos elementos (uno a la derecha y otro a la izquierda):
- Individuos e interacciones sobre procesos y herramientas.
- Software funcionando sobre documentación extensiva.
- Colaboración con el cliente sobre negociación contractual.
- Respuesta ante el cambio sobre seguir un plan.
A simple vista, algunas personas pudiesen percibir que el Manifiesto Ágil, desvirtúa los procesos, herramientas, documentación, contratos, seguimiento de una planificación, pero esto realmente, es una mala interpretación del mismo.
La interpretación correcta, es que los elementos expresados en los 4 valores, aquellos que se muestran en negrita en el texto anterior (los elementos de la izquierda) tienen mayor importancia que los otros (los de la derecha). Sin embargo, todos son necesarios.
Para comprender mejor lo que establece el Manifiesto, les comparto unas afirmaciones que sustentan el porqué se valoran ciertas cosas por encima de otras:
Si debo tener procesos y herramientas, pero las necesidades de las personas, sus interacciones y comunicaciones son más importantes hasta el punto que, muchas veces, definen estos mismos procesos y herramientas.
Si debo tener documentación del software, pero ¿para qué sirve una documentación exhaustiva de un producto incompleto o que no resuelva el problema del cliente?
Si necesito tener un contrato, el cual establece mi relación con el cliente pero la prioridad no es el contrato sino el cliente y, por ende, lo esencial es colaborar con él para cumplir sus objetivos.
Si necesito tener un plan, pero de qué me sirve aferrarme estrictamente a él, cuando una situación imprevista nos demuestra que debemos adaptarnos y ajustarnos a la realidad.
El movimiento ágil representa el hacer uso de estos valores en nuestro campo de trabajo, en nuestro equipo y en la alta dirección. Eso sí, para poder HACER agilidad aplicando las diversas prácticas que existen hoy en la actualidad, debemos SER ágiles en la manera en que pensamos y vemos los problemas.
Para SER ágiles, tenemos que romper nuestros paradigmas de trabajo tradicional y reformar las premisas que están detrás de ello. Así, podremos cambiar nuestra manera de pensar y la forma en que tomamos decisiones.
Si quieres empezar a poner en marcha una transformación del pensamiento hacia la agilidad, te sugiero realizar el siguiente ejercicio:
Cuando tengas que tomar una decisión frente a un asunto, piensa: ¿En cuál de los cuatro valores que conversamos anteriormente, te ubicas según el contexto del problema? ¿A qué elemento le estás dando más importancia, al de la izquierda o al de la derecha?
Según esas respuestas, podrás identificar si tu tendencia de pensamiento se inclina más hacia la agilidad o se aleja de ella.
¡Espero que te animes a dar el primer paso y empezar a conocer tu forma de pensar!
En próximos artículos, explicaré con más detalle una serie de principios que se derivan de este Manifiesto, marcos de trabajo y prácticas que promueven la agilidad.
Fuentes:
https://agilemanifesto.org/iso/es/manifesto.html