La crisis del COVID-19 nos tomó a todos desprevenidos. No hubo tiempo de decidir si era mejor trabajar de manera virtual o presencial. Como un mecanismo de supervivencia nos vimos obligados a encerrarnos en nuestras casas, a construir espacios para trabajar, para convivir, para despejar nuestra mente e intentar sobrellevar una situación inesperada. Y así han ido pasando los meses sin que, por el momento, exista una alternativa distinta. Lo que sí podemos hacer es reflexionar sobre lo que hemos aprendido y lo que añoramos del mundo laboral que conocíamos.
Realicé una consulta a varios profesionales para conocer qué extrañaban de sus trabajos, tal y como los habían venido desarrollando años atrás, y qué habían aprendido durante el 2020. Aquí les comparto algunas de sus apreciaciones.
Lo que extrañan
- Trabajar en equipo, realizar dinámicas y actividades de integración.
- Compartir anécdotas.
- Comer con sus compañeros.
- Almorzar en algún restaurante con sus compañeros los días de pago.
- Las celebraciones especiales en la oficina (cumpleaños, Halloween, Fiestas Patrias, Día de la Madre, Navidad, amigo secreto, Fin de Año).
- La comodidad de la oficina.
- Aprovechar de hacer diligencias, al salir del trabajo.
- Realizar actividades de voluntariado con sus compañeros de trabajo.
- Participar en eventos.
- Organizar eventos de la empresa.
- Apoyarse en sus compañeros cuando tenían problemas difíciles de resolver.
- Ayudar a sus compañeros cuando estaban pasando momentos personales complicados.
- Sorprender a sus amigos con dulces.
- Compartir la comida con sus compañeros y probar las recetas de ellos.
- Contar con todos los recursos para hacer su trabajo cómodamente como: silla ergonómica, impresora, buena señal de Internet, video beam, etc).
- El café de la oficina.
- Conversar con el personal del edificio.
- Pasear por las áreas verdes del edificio.
- Ir al gimnasio de la torre empresarial.
Lo que han aprendido
- A valorar más la salud, la familia y los amigos.
- A utilizar nuevas herramientas tecnológicas.
- A organizar mejor su tiempo.
- A trabajar solos.
- A poner límites en la casa y a nivel laboral.
- A apoyarse en herramientas virtuales para organizar mejor su trabajo.
- A respetar los tiempos de los otros en las videollamadas.
- A pedir ayuda cuando no sabían cómo manejar los programas o las nuevas herramientas de trabajo.
- A ser más agradecidos.
- A adaptarse a la comunicación digital.
- A respetar los ritmos de trabajo de los otros.
- A buscar formas de distraerse en el hogar.
- A comprender la importancia de invertir en equipos de trabajo que les permitan desarrollar sus labores con comodidad y eficiencia.
- A valorar la privacidad que tenían en sus oficinas.
- A valorar la comodidad que tenían en sus espacios de trabajo.
La pandemia y el teletrabajo nos han permitido aprender a valorar y a ver desde una óptica distinta la vida laboral tradicional. Por momentos recordamos con nostalgia todo aquello que disfrutamos y deseamos poder volver a experimentarlo. Pero la realidad nos ha obligado a adaptarnos a una nueva forma de trabajo, a un nuevo estilo de vida y, al mismo tiempo, nos ha regalado la posibilidad de aprender a ver desde otra óptica todo lo que tenemos. Luego de lo vivido, ¿prefieres trabajar de manera virtual o presencial? Si deseas, te invitamos a compartir tu opinión al final de esta nota.