¿Qué características debe tener un buen jefe?

Sabemos que el jefe es esa persona responsable del desempeño eficiente de los colaboradores en una empresa. Su rol es complejo porque de la calidad de su trabajo depende la estabilidad de la organización. En el ámbito laboral existen jefes maravillosos que a veces, con el tiempo, se convierten en buenos amigos. Pero también encontramos otros que se caracterizan por ser prepotentes, poco empáticos y groseros. ¿Con qué jefes has tenido la oportunidad de trabajar tú?

Independientemente de tu respuesta, es importante recordar que esas figuras de autoridad están sometidas a fuertes niveles de estrés debido a su importancia dentro de la empresa. Sin ánimos de justificar los comportamientos inadecuados que puedan tener con los colaboradores, es algo que hay que tomar en cuenta al hablar sobre ellos. ¿Te has puesto a pensar la presión que deben sentir si no se cumplen las metas planteadas?

Por lo tanto, hay que considerar los dos lados de la figura del jefe. Por un lado, sus rasgos de personalidad y estilo de liderazgo y, por otro, la situación interna de la organización que puede representar para él un reto, un problema o proporcionarle una sensación de seguridad y tranquilidad. Todo dependerá del momento que viva la empresa y de las expectativas de sus directivos.

Rasgos de un buen jefe

Te compartiremos algunas características que son consideradas valiosas en un buen jefe.

Empatía

Que sea una persona capaz de conectarse con sus colaboradores, de entender cuando están pasando por un momento difícil y de alegrarse cuando tienen un motivo para estar felices. De esa manera, generará un buen clima laboral en donde las personas aprendan a respetar a los demás y sepan la importancia de apoyarse unos a otros cuando las circunstancias de la vida y del trabajo sean más complejas.

Comunicación

Un buen líder debe saber comunicarse de manera asertiva con sus colaboradores. Además, debe mantener siempre informado al equipo sobre las funciones de cada uno, los objetivos, las metas y expectativas. También debe estar atento para celebrar los pequeños y grandes logros.

Ser ejemplo

El jefe no puede exigir respeto, puntualidad y orden, si él mismo no es un modelo para sus trabajadores. De igual forma, es importante que demuestre sus conocimientos sobre el área, que enseñe con paciencia a sus empleados y que se mantenga siempre abierto al aprendizaje constante.

Liderazgo

Un buen jefe es aquel que motiva a sus empleados, que les transmite alegría, que hace sencillas las tareas complicadas, que les da seguridad, que confía en el trabajo que están realizando y que, constantemente, aplaude sus logros.

Capacidad de delegar

El buen jefe conoce perfectamente las virtudes de cada uno de sus empleados y delega responsabilidades que sabe que cada uno es capaz de asumirlas de manera eficiente. De esa manera, hace sentir a sus colaboradores útiles y valiosos para la organización.

Honestidad

Un buen líder es capaz de reconocer sus errores y de corregir sus fallas. También reconoce los logros de los demás y jamás asume como propios los éxitos de otros.

Creatividad

Es importante que sea una persona creativa que busque siempre nuevas vías para resolver las situaciones que se presenten en la organización y se mantenga con una actitud de constante búsqueda de desafíos.

Dispuesto al diálogo

La capacidad de diálogo es clave tanto para la toma de decisiones, como para la resolución de cualquier circunstancia que pudiera presentarse en la organización.  Mantener una actitud conciliadora, es clave para crear un ambiente de armonía dentro de la empresa.

Dispuesto al aprendizaje

Es esencial que el jefe mantenga una actitud de apertura al aprendizaje constante de esa manera, también, podrá enseñarle nuevas habilidades a sus trabajadores.

Estas son algunas de las características que pueden ser consideradas claves en el perfil de un jefe. Aunque estoy segura de que, adicionalmente, existen muchas otras que también pueden influir en un liderazgo positivo  que genere buenas experiencias para los trabajadores.

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